España busca mejorar la protección de la población ante el avance de las “inundaciones de nueva generación”

El Ministerio para la Transición Ecológica ha iniciado este viernes el proceso para acometer una mejora de la normativa para minimizar “el riesgo para las personas y los bienes” vinculado a las inundaciones. Para ello se ha abierto una consulta pública previa que tiene como fin la elaboración de un proyecto de real decreto que busca avanzar en “las limitaciones de los usos en las zonas inundables”, según la documentación con la que se ha arrancado esta consulta.

Para justificar estos cambios, el ministerio repasa el impacto y la dimensión de la gota fría que golpeó entre octubre y noviembre del pasado año al este peninsular. También recuerda otros episodios similares vividos en Europa en 2023 y 2024 para advertir de un “agravamiento del riesgo de inundación”: “Podemos estar ya en un escenario, en el que, al igual que en materia de incendios forestales, es posible que estemos también ante inundaciones de nueva generación, sobre todo y en especial en la zona mediterránea de nuestro país”.

Los científicos apuntan desde hace décadas a que el calentamiento global convierte los episodios de gota fría que históricamente se han registrado en la costa mediterránea en más intensos. Pero, más allá de la influencia real del cambio climático, existe un problema sobre las construcciones en zonas que se sabe que son inundables, porque se tiene constancia de que se han anegado en el pasado. En España, existen 26.733 kilómetros de tramos de ríos con zonas inundables y en los que presentan más peligro de avenidas frecuentes viven 2,7 millones de personas.

Un informe presentado en la última cumbre del clima y elaborado por el MedECC, una red de científicos medioambientales y climáticos euromediterráneos, advertía de que “la frecuencia de inundaciones repentinas” en los países de la región mediterránea ha ido en aumento en las últimas décadas “por el efecto combinado de la expansión urbana” en áreas inundables y por el cambio climático. De ahí, la importancia de abordar ambos problemas: el calentamiento y el urbanismo en zonas de riesgo.

Transición Ecológica invita ahora a todos los actores interesados a que participen en este proceso y aporten sus ideas para esta actualización de la normativa. Sin embargo, al tratarse del inicio del proceso de información pública no se ofrecen muchos datos concretos. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, en una entrevista con EL PAÍS en febrero, apuntaba ya que se estaba trabajando para “conseguir que la cartografía de zonas inundables de forma automática se incluya en el planeamiento tanto de los ayuntamientos como de las comunidades autónomas”, algo que ahora no ocurre. También como novedad, Aagesen señalaba que esa nueva cartografía de riesgo, que hasta ahora se había centrado en los ríos, será también “pluvial, teniendo en cuenta las lluvias, y marítima”. “Es decir, que se tenga en cuenta en la cartografía de las zonas inundables, por ejemplo, que el nivel del mar está creciendo en toda España, especialmente la cuenca mediterránea”, abundaba la vicepresidenta hace un mes.

En otra entrevista publicada por la agencia Efe este viernes, coincidiendo con la apertura del proceso de información pública, Aagese ha ofrecido algún dato más referido a las edificaciones que ya están levantadas. “Tenemos que buscar los mayores estándares de seguridad para que esas viviendas habitadas corran el menor riesgo posible”, ha señalado. Cuando una vivienda se somete a una rehabilitación siempre se ha trabajado en estándares como la eficiencia energética o la accesibilidad, ambas muy importantes, pero “nunca habíamos metido la variable de vivir en una zona inundable” y cómo aplicar nuevas medidas para reducir el riesgo en las viviendas. La vicepresidenta, que también ha indicado que la intención es endurecer los permisos que se concedan para diferentes actividades en zonas inundables, ha asegurado que su intención es “intentar tramitar la regulación de forma muy ágil”.